Tony

GLEATON

Tony Gleaton (1948-2015) fue un destacado fotógrafo estadounidense cuyos íntimos retratos ahondaron en las vidas y culturas de las comunidades afrodescendientes de toda América Latina.
Familia Del Mar/Family of the Sea, Livingston, Guatemala, 1988 © Tony Gleaton Photographic Trust, Todos los derechos reservados.

Leo Antony "Tony" Gleaton (1948-2015) fue un fotógrafo, académico y artista afroamericano conocido sobre todo por sus retratos que captan y documentan la influencia africana en el Oeste americano y en América Central y del Sur. Nacido en Detroit, Michigan, Gleaton creció en el seno de una familia afroamericana de clase trabajadora y más tarde se trasladó a Los Ángeles, donde la efervescencia cultural de la década de 1960 influyó profundamente en su visión artística. Su identidad como hombre negro en Estados Unidos, unida a su profundo compromiso con la justicia social, se convirtió en la base de sus esfuerzos artísticos.

Tras servir en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, Gleaton comenzó su educación formal en cine en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Sin embargo, pronto se pasó a la fotografía, encontrando en ella un poderoso medio para explorar cuestiones de raza, identidad y la diáspora africana. Insatisfecho con las limitadas representaciones de la negritud en el arte y los medios de comunicación estadounidenses, Gleaton trató de ampliar sus horizontes artísticos. En 1980, abandonó Nueva York y viajó en autostop por el Oeste americano, un viaje que avivó aún más su deseo de explorar la diversidad de la diáspora africana.

El trabajo más transformador de Gleaton comenzó a mediados de la década de 1980, cuando se embarcó en una serie de viajes fotográficos por América Latina. Su proyecto, Tengo Casi 500 Años: El legado de África en México, Centroamérica y Sudamérica, que comenzó en 1986, se convirtió en una serie de referencia que documentaba las comunidades afromexicanas, afrocentroamericanas y afrosudamericanas. El objetivo de este trabajo no era sólo capturar imágenes, sino también cuestionar las narrativas dominantes.

A través de su lente, Gleaton puso en tela de juicio el mito del mestizaje latinoamericano, o mezcla racial homogénea, haciendo hincapié en las contribuciones, a menudo pasadas por alto, de las comunidades afrodescendientes al tejido cultural de las Américas. Su obra subraya la complejidad de la identidad en la región e insta a los espectadores a reconsiderar las narrativas coloniales de asimilación racial y cultural. Su trabajo en América Central fue especialmente innovador porque ponía en tela de juicio estos relatos omnipresentes que durante tanto tiempo habían ensombrecido a las comunidades centroamericanas negras. Pasó años viviendo entre comunidades afrodescendientes de Nicaragua, Honduras, Belice, Guatemala y El Salvador, donde produjo algunas de sus obras más impactantes.

Las fotografías de Gleaton, caracterizadas por su estética descarnada y de alto contraste en blanco y negro, captaban momentos cotidianos de trabajo, juego y rituales entre las comunidades afrodescendientes. Esta intimidad era un sello distintivo de su estilo, ya que trataba de transmitir no sólo las realidades externas de sus sujetos, sino también sus vidas interiores y sus emociones.

De hecho, la contribución de Gleaton no sólo reside en la documentación visual de estas comunidades, sino también en su capacidad para captar las sutiles expresiones cotidianas de identidad y pertenencia. Sus fotografías sirven como una poderosa contra-narrativa a la eliminación y marginación de las comunidades afrodescendientes en América Latina y el Caribe, proporcionando un archivo visual que es a la vez íntimo y profundo.